miércoles, 31 de enero de 2007

Guirnalda con amores, II - Adolfo Bioy Casares

La clave del éxito. Recuerda siempre que tu interlocutor no tiene otro interés que sí mismo. Háblale de él; ofrécele una ocasión para que se analice y para que se explique; no lo obligues a admitir en truque informaciones sobre ti. ¿No ves? El pobre espera cortésmente que te calles; recoge tus palabras como parte de un trueque inevitable; no le interesan; quiere hablar de nuevo.

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