miércoles, 31 de enero de 2007

Soneto de devoción - Vinicius de Moraes

Esa mujer que se me arroja fría
Y lúbrica en los brazos, y a sus senos
Me aprieta, me besa y balbucea
Versos, rezos a Dios, votos obscenos.
Esa mujer, flor de melancolía
Que ríe de mis pálidos recelos
La única entre todas a quien di
Caricias que jamás a otra daría
Esa mujer que a cada amor proclama
La miseria y la grandeza de quien ama
Y feliz de mis dientes guarda huella
¡Un mundo esa mujer! Es una yegua
Quizás...pero en el marco de una cama
Nunca mujer ninguna fue tan bella.

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