martes, 30 de enero de 2007

Son muchas las causas de un suicidio, y, de alguna manera general, las mas aparentes no han sido las más eficaces. La gente se suicida rara vez...por reflexión. Lo que desencadena la crisis es siempre incontrolable. Los diarios hablan con frecuencia de “penas íntimas”, de “enfermedad incurable”. Son explicaciones valederas. Pero habría que saber si ese mismo día un amigo del desesperado no le habló en tono indiferente. Ese sería el culpable, pues tal cosa puede bastar para precipitar todos los rencores y todos los cansancios todavía en suspenso.
Camus Albert.

No hay comentarios: