jueves, 25 de enero de 2007

Yo he observado que aunque uno acepta a los demás como adultos, nadie se acepta a sí mismo como adulto. Todos sabemos que, de algún modo, somos niños. Somos engañables, estamos llenos de ilusión. Pensamos que las arrugas, que la calvicie, que la desmemoria, que otros síntomas de la vejez son meramente superficiales, que son meras máscaras y que siempre hay lago de niño en nosotros. Es decir, que todos somos Peter Pan disfrazados por la ingratitud.
Jorge Luis Borges
De un micro para LS 1
Radio Municipal.

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