martes, 23 de enero de 2007
Palabra de Borges
Buenos Aires 1923. Borges acaba de publicar su primer libro, el poemario Fervor de Buenos Aires. Son 300 ejemplares, sin índice, sin numeración en las páginas. Borges cree que la mejor difusión de su obra es regalarla. Una tarde, llega a la revista literaria Nosotros con 50 ejemplares bajo el brazo. Alfredo Bianchi, uno de los directores, lo recibe y pregunta azorado. “¿Esperás que te venda todos estos ejemplares?”. “No-responde Borges-Aunque escribí este libro, no estoy loco. Pensé que podía pedirle que los metiera en los bolsillos de esos sobretodos que están allí colgados”. Un año después, de regreso de su segundo viaje a Europa, Borges descubrirá que algunos habitantes de aquellos sobretodos habían leído sus poemas e, incluso, escrito acerca de ellos. Se gana, así, su primera reputación de poeta.
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